La importancia de la Actitud en la creación de aprendizajes

El aprendizaje es un proceso de desarrollo personal que nos lleva a modificar y mejorar nuestro sistema cognitivo para ajustar en nuestra mente los nuevos objetos de aprendizaje.

Aprender es crear y desarrollarse. Es lo natural en el ser humano, la evolución de nuestra especie se debe a nuestra capacidad de aprendizaje y al interés que nos despierta conocer cosas nuevas.

Aprender no es ver, oír, memorizar y repetir. Implica crear y elaborar conocimientos y competencias que se incorporen a nuestra experiencia y pasen a formar parte de nosotros.

Aprender es entender, comprender, interiorizar y ser capaz de hacer algo.

Características del Proceso de Aprendizaje

El proceso de aprendizaje tiene tres características fundamentales.

Personal: Se crea mediante un mecanismo interno de ajuste cognitivo, propio de cada persona. Y nos permite la internalización de comportamientos que toman la forma de competencias para PENSAR (saber), ACTUAR (saber hacer) y SENTIR (saber ser).
Activo: Se aprende de la vivencia, de lo que aplicamos, hacemos o construimos. Y requiere participación activa del que aprende, como protagonista
Específico: Es un proceso único y específico para cada persona. En el que influyen las características personales y el contexto.

Factores que influyen en el proceso de aprendizaje

Intrínsecos: Son aquellos factores internos que definen a la persona que aprende y determinan su predisposición para aprender, su capacidad para el proceso y el punto de partida.

Actitudes: Motivación, interés, capacidad de esfuerzo.
Aptitudes Intelectuales y procedimentales.
Contenido. Conocimientos Previos.

Extrínsecos: Son los factores externos que afectan tanto a la persona como al proceso.

Objeto de conocimiento: Que es lo que se va a aprender.
Contexto. Situación social en la que nos encontramos.
Ambiente. Factores del entorno que nos rodea (familia, amigos, etc.)

Por qué fallan los procesos de aprendizaje

La principal causa del bajo rendimiento, sea cual sea el motivo, tiene un determinante común una actitud inadecuada, caracterizada por una falta de interés y ausencia de esfuerzo.

La importancia de la ACTITUD ¿Qué es necesario para qué estudien?

Para que los niños y niñas se comprometan con su aprendizaje se hace necesario incidir en la actitud. Los demás factores que intervienen en el proceso de aprendizaje (aptitud y contenidos) son más difíciles de modificar y al mismo tiempo menos relevantes para el éxito del proceso.

La actitud puede entenderse como el conjunto de elementos que nos llevan a una predisposición para querer hacer algo. En este caso se trata de hacer que quieran aprender, las aptitudes entendidas como capacidades y los contenidos previos no sirven de nada si el que aprende no quiere aprender.

Para impulsar esta actitud hacía el estudio tenemos que trabajar su autoestima académica y su motivación para conseguir una implicación activa con el proceso. De esta forma dotaran de sentido a sus aprendizajes y conseguirán disfrutar de los mismos.

Pautas para crear una buena actitud (predisposición) hacia el aprendizaje

Mejora su autoestima académica. Para ello evita etiquetas y comparaciones. Hazle elogios creíbles, déjale solo para que compruebe que puede hacerlo y plantéale retos asequibles.
Fomenta su motivación. Motívale por la tarea en si misma, evita recurrir a premios y castigos desvinculados de la misma. Evita tensiones, si esta tenso no estará motivado por el estudio. Muéstrale la satisfacción que se logra al alcanzar las metas (motivación de logro).
Trabaja su capacidad de esfuerzo, es esencial para avanzar en el proceso. Para ello evita metas demasiado fáciles o demasiado complicadas. Divide la tarea en partes y refuerza con halagos sus logros. Anímale cuando se desanime, recordándole la meta.
Ante los éxitos y los fracasos, ayúdales a hacer atribuciones adecuadas. Es importante que atribuyan las causas de los resultados a procesos que están bajo su control, y que por lo tanto son modificables, como el tiempo dedicado al aprendizaje.
No presiones y da tiempo para que se produzcan los aprendizajes.
Ayúdale a razonar y dotar de sentido a los aprendizajes mediante preguntas.
Aprovecha el error como fuente de aprendizaje.
Despierta su curiosidad, para introducir nuevos aprendizajes.
Procura crear procesos de aprendizaje lúdicos.
Haz que el pequeño tenga un papel activo durante el proceso.